La relación de Federico Scialabba y Charlie Sánchez viene de larga data, muchos años de amistad, de licencias cruzadas, y una forma común de entender el negocio discográfico. Es por eso que ante la salida de Charlie Sánchez de la presidencia de Warner Music Spain para encarar su proyecto personal “Metales Preciosos” no dudó en participar a Scialabba en la idea de un espacio creativo abierto las 24 horas y al servicio del nuevo talento en forma gratuita. Junto con Music Brokers, la única compañía independiente multinacional latinoamericana, han creado un lugar a disposición de la comunidad artística. Basado en Madrid, este club social, como ellos lo llaman, con oficinas y estudio de grabación, ya es uno de los puntos de encuentro obligados para todo artista que visite o viva en Madrid y quiera experimentar.
A propósito de las instalaciones de este club tan particular, Federico Scialabba comenta: “Tenemos todo lo que un artista inquieto y talentoso podría necesitar, tecnología, espacio, recursos, pero lo más importante no es la estructura que montamos, sino el ambiente que se ha generado. Todavía no hemos hecho una convocatoria formal, ni le dimos difusión, y nuestro club ya es un polo creativo. Un sitio con mucha movida, con jóvenes innovadores y con queridos amigos de la industria que aportan sus años de experiencia y sus contactos. El intercambio es absolutamente enriquecedor para todos”.
David Sim, famoso urbanista danés, lanzó esta pregunta hace algunos años: ¿Cuál es el lugar del mundo en donde se concentra la mayor cantidad de personas vivas que han ganado un premio Nobel? Puede parecer un chiste, pero la respuesta encierra una de las claves por los cuales se desarrollan las vanguardias en cualquier disciplina. La concentración de un determinado número de personas –cualquier sea las característica que las distingan– no habla solo de las cualidades que tienen en común, sino también, del lugar en sí mismo y de las razones por las cuales se erige como un sitio de encuentro para estas personas.
En estos términos lo explica David Sim, director creativo del estudio danés Gehl Architects: “Hay muchos conceptos que actualmente las personas están usando como, por ejemplo, ‘inteligencia’, ‘creatividad’ e ‘innovación’. Podemos usar estar palabras, pero deberíamos dar un paso atrás y preguntarnos qué hace a la innovación. Alguien podría decir que se trata de la tecnología, pero es mucho más que solo tecnología: es la interacción humana. Porque la real innovación sucede cuando diferentes personas se encuentran. En este encuentro entre diferentes personas se obtiene fricción y, de esa fricción, surgen chispas; allí es cuando la innovación ocurre”.
David Sim responde luego a la pregunta sobre la mayor cantidad de personas vivas que han ganado un premio Nobel. Para sorpresa de muchos, el lugar del mundo en donde se concentran es la cafetería Bytes ubicada en la Universidad de Stanford en los Estados Unidos. “Bytes Café tiene la concentración más alta de premios Nobel vivientes”, comenta Sim. “Lo que sucede es que los biólogos, los físicos, los químicos encuentran allí un sitio en donde se sienten cómodos y se relajan. Se encuentran, comen algo y, en algún momento, comienzan a intercambiar datos. En este intercambio de pronto hacen conexiones entre física y biología o entre química y física, y allí surge la chispa para comenzar una investigación que potencialmente devendrá en un premio Nobel o en un nuevo producto… Esta es la razón por la que es necesario crear lugares para el encuentro”.
Todo esto es lo que Federico Scialabba y Charlie Sánchez han tenido en cuenta al diseñar un espacio donde surgen las chispas mencionadas por Sim. Finalmente, este club social y creativo es comparable a un organismo vivo: fluye, vibra y respira a un determinado ritmo, y este ritmo parece condicionado en gran medida por los encuentros que allí se producen.
A propósito de los nuevos talentos y los intercambios que se generan es interesante mencionar el marco en el que se funda Metales Preciosos, el nuevo sello lanzado por Charlie Sánchez. Maribel Casas, quien también viene de Warner y es parte del proyecto, explica el porqué de su nombre. “Sabíamos que teníamos que buscar talento porque existe mucho, pero a veces resulta complicado encontrarlo. Pasa lo mismo con esos materiales valiosos que están escondidos hasta que alguien los descubre. Pero cuando salen a la luz brillan por sí solos”.
Por un lado, Music Brokers, por otro, Metales Preciosos, liderados por Federico Scialabba y Charlie Sánchez respectivamente. Dos apasionados de la música que entienden muy bien el negocio, las nuevas posibilidades que ofrece la metamorfosis digital y tienen vínculos estrechos no sólo con los profesionales más destacados de la industria en todas las latitudes, sino con los ETFs (fondos de inversión) más importantes del mundo.
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Federico Scialabba