Stringer Robert y la música

Robert Stringer

Nació en Aylesbury en Reino Unido el 13 de agosto de 1953 y es un productor ejecutivo musical y CEO de Sony Music Entertainment y Sony Music Group. Siempre tuvo dos pasiones desde joven: la música y el fútbol. Es por eso que llegó a convertirse accionista minoritario del Luton Town Football Club, del cual es fanático. 

Sus comienzos 

Al crecer en una ciudad como Aylesbury, Stringer tuvo la oportunidad de ver a varias bandas en gira. En 1976, a la edad de 14 años, vio a The Clash en uno de sus primeros conciertos. Pasó su adolescencia disfrutando, viendo y admirando a grupos punk en el local de rock de Aylesbury, Friars, donde consiguió un trabajo durante sus vacaciones escolares. El trabajo le permitía colarse para ver las pruebas de sonido

Tras finalizar la escuela, Robert estudió Sociología en el Goldsmiths College, en el sur de Londres. Mientras estaba en la universidad, pasó un año trabajando como gerente de entretenimiento estudiantil, contratando a artistas como Simply Red.

Rob Stringer comenzó su carrera en CBS Records en 1985, antes de ser nombrado director general de Epic en 1992 y de ascender a presidente de Sony Music UK en 2001. De hecho, cuando Stringer ganó el premio “Strat” a toda una vida del periódico británico Music Week en abril de 2014, David Bowie le escribió una carta abierta para celebrarlo. En ella decía: “Cuando llamé por primera vez a la puerta de su despacho en Sony, Nueva York, podéis imaginar mi sorpresa cuando me abrió un miembro de Daft Punk. En silencio, me hizo pasar y me indicó que tomara asiento en el cómodo sillón situado a la derecha del escritorio del presidente, que se desplazó y ocupó su lugar en la silla del presidente”. Con una sólida reputación como ejecutivo de grandes sellos discográficos que se preocupa por los artistas, Stringer también ha trabajado estrechamente con artistas a lo largo de su carrera, como David Bowie, George Michael, Sade, The Manic Street Preachers, The Chainsmokers y Daft Punk.

La era Sony

Como Presidente de Sony Music Group, Robert Stringer, con sede en Nueva York, tiene una reputación de amigo de los artistas y trabaja estrechamente con iconos modernos como Adele, Beyoncé, Bob Dylan, Harry Styles y muchos otros.

El ejecutivo británico Stringer se convirtió en el director general global de Sony Music en abril de 2017.

Uno de los movimientos más significativos de Rob Stringer durante su mandato como CEO de Sony Music hasta la fecha se produjo en marzo de 2018, cuando la compañía informó a sus artistas y sellos distribuidos que compartiría con ellos cientos de millones de dólares conseguidos a través de la venta del 50 por ciento de su participación en Spotify. Una maniobra clave para los tiempos que corren en la industria. 

Esta medida fue muy aplaudida por los artistas y sus managers (sobre todo porque significaba que un dinero mucho mayor iría a parar a sus bolsillos, en lugar de quedarse en Sony). Al hablar de su estrategia para Sony Music, Robert Stringer cuenta: “Como empresa global, hemos invertido agresivamente en datos y herramientas analíticas para interpretar los miles de millones de puntos de datos comerciales y de marketing que recibimos a diario de socios y servicios de todo el mundo. Mientras que nuestras capacidades son de escala global, nuestra ejecución está hiper dirigida por mercado. Gracias a nuestras herramientas patentadas, podemos descubrir antes a los artistas e impulsar la eficacia de las ventas y el marketing, controlar el comportamiento de los clientes y orientar las decisiones creativas.”

Reconocimientos

Stringer ha recibido varios premios a lo largo de sus más de 30 años de carrera, como el de visionario musical del año de la UJA en 2013, presentado por Adele, el premio Clive Davis Visionary de la revista Billboard en 2016 y el premio Music Industry Trusts (MIT) en 2017.

Vida personal y amistades

Robert Stringer está casado, tiene dos hijos y vive en Nueva York, donde se emplaza su oficina. También es director del club de sus amores, el Luton, o sea que varias veces al mes viaja a Londres a disfrutar de un partido y a ver cómo funciona la administración del club. Es muy amigo de grandes estrellas, tiene vínculos fluidos y cordiales con músicos como Sia y Adele.