Seymour Stein

Seymour Stein

Sus comienzos

La historia de Stein comienza en 1955, cuando, con 13 años y totalmente obsesionado con el rock ‘n’ roll, decidió hacer carrera en la música sin saber siquiera de qué iba el negocio. Había visto varios ejemplares de Billboard y Cash Box en las tiendas de discos, las había leído y decidió que el estudio de estas publicaciones, remontándose lo más posible, le otorgó una educación interesante y lo preparó para el futuro en la industria.

Tomaba el subte todos los días de su vida luego del colegio e iba a bibliotecas y hemerotecas a conocer más y más sobre la música. Hasta tuvo la chance de entrar en exclusiva a la cámara acorazada de Billboard y acceder a los volúmenes encuadernados que se remontaban a finales de la década de 1930. Durante dos años de su vida se dedicó además de estudiar a leer sobre figuras legendarias de la época como Jack Capp y su hermano Dave, Manny Sacks, Goddard Lieberson, Johnny Mercer y muchos otros; y también anotar, a mano, casi 20 años de gráficos y estudiarlos. En esos encuentros nerd tuvo la chance de cruzarse con grandes como Paul Ackerman, el legendario editor musical de Billboard, que luego se convirtió en su primer gran mentor. “Me enseñó mucho y me inculcó un gran amor por el rhythm & blues y la música country. Con el tiempo, Paul me enviaba de vez en cuando a cubrir algunos espectáculos en directo, como las galas de Navidad y Pascua de Alan Freed en los teatros Paramount o Fox de Brooklyn, o los espectáculos de R&B en el Hunts Point Palace del Bronx, el Audubon Ballroom y el famoso Apollo Theater”, recuerda Stein. 

Cambió su vida

Una noche, Paul Ackermann insistió para que asistiera a la sesión de revisión, cuyo punto culminante era la presencia anticipada de Sydney Nathan, uno de los pioneros de los sellos independientes de R&B y fundador de King Records de Cincinnati. Además de artistas como James Brown, Hank Ballard y Little Willie John, King contaba con una lista igualmente sólida de country que incluía a Cowboy Copas, los Stanley Brothers, Moon Mullican y Grandpa Jones. “Esa noche fue una de las más memorables de mi vida. Syd Nathan vio algo en mí, me tomó bajo su ala y se convirtió en mi segundo y más importante mentor”, recalca Stein.

A los 15 años Stein ya trabajaba a tiempo parcial para Billboard. Después, tras un intento abortado de ocho semanas en la universidad, donde esperaba especializarse en periodismo, volvió a la revista a tiempo completo. En los veranos de 1957 y 1958, pasó los meses de julio y agosto en Cincinnati, trabajando estrechamente con Syd Nathan y su personal.

Nuevos caminos

Abandonó Billboard a finales de 1961 y se trasladó a Cincinnati, donde trabajó para King Records durante dos años. “Lo que aprendí en Billboard y King fue mucho mejor que cualquier educación universitaria porque esas experiencias me prepararon para una vida en el negocio del disco. Me encantaba trabajar en King pero extrañaba la emoción de Nueva York y, a finales de 1963, volví a La Gran Manzana”, contó Stein. Un tiempo después, el abogado de Alan Freed, Warren Troub, lo puso en contacto con otra leyenda de la industria musical, George Goldner, que, con el equipo de compositores y productores de Jerry Leiber y Mike Stoller, estaba a punto de lanzar Red Bird Records. Se convirtió finalmente en el asistente de George.

Goldner era totalmente diferente a Syd Nathan, pero un gran hombre de la música. Su verdadera pasión era la música latina, pero por el camino había descubierto y grabado a Frankie Lymon & The Teenagers, The Craws, The Cleftones, The Flamingos, The Chantels y The Dubs. También fundó varios sellos, como Tico, Rama, Red Bird, Gee, Roulette (con Morris Levy), Gone y End. 

Una nueva aventura

Luego de esa desilusión le llegó algo muy esperado: Richard Gottehrer, compositor/productor y socio de FGG Productions le propuso crear un sello discográfico. “Richard y yo fuimos al Festival de Música de San Remo para conocer el negocio musical internacional en los días previos. Nos hicimos trajes en el diseñador Brino en Roma. Y así nació Sire, primero como productora con un acuerdo con Columbia y dos años más tarde como sello discográfico de pleno derecho con distribución por parte de London Records, el ala americana de Decca Records U.K. Ltd”, rememora Stein. 

El nombre Sire es una amalgama de las dos primeras letras de los nombres Seymour y Richard. Le gustaba especialmente el nombre porque sentía que rendía homenaje a King Records, donde Stein había aprendido mucho. Los primeros años fueron muy difíciles y el sello pasó por varios distribuidores. Durante estos primeros días tuvimos algunos éxitos, sobre todo el grupo holandés Focus, así como los grupos ingleses Renaissance, Barclay James Harvest y la Climax Blues Band.

Stein continúa presidiendo Sire Records. Fue incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll el 14 de marzo de 2005 por sus contribuciones a la industria musical y el 9 de junio de 2016 recibió el premio Richmond Hitmaker, que concede el Salón de la Fama de los Compositores.